INTRODUCCIÓN
Este
trabajo se realizó gracias a la colaboración de la mano de los relatos
obtenidos de los mismos ramadeños; entre ellos la versión de los hijos de
los padres del surgimiento de La Ramada como un centro
poblacional dentro de la Comunidad Campesina de Penachí-Distrito de
Salas-Lambayeque, y así como también de los relatos obtenidos de algunos de los
fundadores y padres de La Ramada.
También
es necesario tener presente de que el Sr. Juan Miguel Carlos De La Cruz fue una
de las personas que participó activamente en acciones a favor de La Ramada al
lado de su padre Sr. Doroteo Carlos Espinoza quien fue uno de los primeros en
llegar a establecerse con toda su familia en los alrededores de lo que es el
casco urbano actual de La Ramada; es decir, al Sr. Juan Miguel Carlos De La
Cruz se le considera como descendiente del legado de su Padre. Aunque, la
historia bien podría reclamar su nombre como fundador de La Ramada, porque
estuvo presente y formó parte importante en los inicios de este centro Poblado.
Un
aporte que no se logró mencionar en el texto que se presentó en el programa de
fiesta en honor a san Martín de Porres 2016 del C.P. La Ramada- Penachí-Salas,
es que los antiguos comuneros de Penachí no bajaban a vivir en esta parte de la
Comunidad San Mateo de Penachí porque era una zona endémica al Paludismo o
malaria, razón suficiente para tener temor a contraer dicha enfermedad.
Pero
también había un problema grave que venía desde la parte de la hacienda de
Chochope, ya que el hacendado les quería arrebatar a la comunidad de Penachí
estos parajes; pastaban sus ganados vacunos e inclusive habían abierto canales
de irrigación por la parte de pedregal y cultivaban arroz a la vista de los
comuneros. Este temor a que el hacendado de Chochope se apropie de sus tierras
hizo posible vencer el miedo a la malaria y, se produjo un cambio de visión y los llevó a defender sus tierras mediante la re-colonización de
los dominios comunales de Penachí.
El
trabajo que se presenta a continuación fue realizado a pedido del Abogado Cesar
Huancas de La Cruz (Nieto de uno de los Fundadores de La Ramada el quien
en vida fue Sr. Alejandro De la Cruz Ramírez) con la
finalidad de ser presentado en el programa de fiesta en honor a san Martín de
Porres Noviembre 2016 del C.P. La Ramada- Penachí-Salas.
El 27
de Noviembre del 2016 se realizó el III Concurso Costumbrista de Baile de Caja
y Chirimía en la Comunidad Campesina de Penachí y, tuvo como sede
al C.P La Ramada; conjugándose en ese momento, la puesta en valor de las
manifestaciones culturales de los Penachís y la Historia de La Ramada como
parte integral de PENACHÍ. Y en ese sentido también va el agradecimiento
al hermano y paisano Abogado Cesar Huancas De La Cruz por el apoyo con
una muy buena parte del financiamiento económico del Concurso que estuvo a
cargo de: AUTORIDADES DEL C.P. LA RAMADA-UNIDOS POR EL DESARROLLO DE PENACHI
(UDEP) – RUTAS DE LOS PENACHIS
Ing. Freddy David Belicoso Rodriguez
LA RAMADA Y SU HISTORIA
I
La razón es el poder más grande para cambiar el
mundo, las ideas unidas a las acciones determinan el destino de la humanidad.
En ese sentido los hijos predilectos de La Ramada transitan en pensamientos y
acciones constantes por lograr el desarrollo; no obstante las preguntas básicas
de todos los tiempos tejen redes escabrosas: ¿Quiénes somos? ¿Cuándo llegamos a
estos lares? ¿Por qué se le denominó “La Ramada”? ¿Cuántos años aproximadamente
tienen estos parajes? ¿Quiénes fueron los primeros habitantes? ¿Qué
hombres destacaron en todos los tiempos? ¿Cuáles fueron los logros
conquistados? ¿Fuimos escenarios de grandes acontecimientos? ¿Cómo fortalecer
nuestra identidad? ¿Hacia dónde vamos?
Las inquietudes de los pobladores, profesionales,
autoridades y foráneos merece un tratado especial en investigaciones
exhaustivas y detalladas. En este apartado se ofrecerá por lo menos los sucesos
generales más recordados y las raíces históricas vitales. Cabe mencionar que La
Ramada se ha convertido hoy por hoy, en uno de los hilos conductores del
progreso de la etnia de los Penachis o Penachíes; y es considerado como
uno de los lugares de transición entre la sierra y la costa Lambayecana.
II
Sin
duda, en tiempos pre-incas y prehispánicos La Ramada debió ser uno de los
lugares más importantes. Ya que, a sus alrededores se encuentran varios
petroglifos, tumbas en los cerros circundantes y, un probable asentamiento
humano en lo que ahora es el la cima del cerro botijilla; los cuales aún no han
sido estudiados detenidamente, y que demanda urgente atención de parte de la
ciencia. La Ramada fue por años un sitio donde habitaban y reposaban los
antiguos Penachíes o Penachis.
Después
de la conquista de los españoles, estos parajes de la parte baja de Penachí,
sufren un periodo de abandono y, solo se ve el recuerdo de las huellas de
su pasado. Este aparente abandono solo se da con la llegada de los hispanos, y
es común que la población haya sido diezmada en primera instancia por
enfermedades nuevas traídas por los europeos, para luego ser arrasada o
destruida en el proceso de conquista a los Penachis por parte de los españoles.
No obstante la población que sobrevivió fue reducida a un solo pueblo.
Hay que recordar que los españoles concentraban las poblaciones de indios
dispersas en un amplio territorio, y los juntaban en un solo pueblo, a este
proceso se le llama “Las Reducciones”, y una de estas reducciones fue el Pueblo
de Penachí. Y con ello se puede afirmar que parte de los
descendientes de los Penachis que defendían los territorios de la Ramada hayan
sido obligados a concentrarse en el pueblo matriz de Penachí producto de Las
Reducciones españolas.
Penachí es uno de los nombres quechuas con
formación protoquechua surgida antes de Chavín. Deriva de dos voces quechuas
PIN (Quienes son) y ACHIK o ACHIJ (Iluminadores, curanderos, maestros). Estos
Pinachik por voz quechua son los maestros o iluminadores del alma, de la mente
y el cuerpo. En el quechua por ser triboválica no se utiliza las letras “O”, tampoco
la “E”, es por ello que de acuerdo a las investigaciones el nombre Penachí es
quechua y sus raíces la encontramos en muchas investigaciones del verdadero
quechua. Pinachik entonces es el origen de la etnia en el cual se encuentra
comprendida La Ramada, un nombre hispano. ….
(1)
La Ramada en sus orígenes era un hermoso paraje
donde habitan descendientes de los Pinachik, también fue un lugar donde
descansaban los Pinachik que se trasladaban a las alturas de Kañaris e
Inkawuasi y bajaban para coordinar con los Indios de Motupi, Jayanca y Morrup.
Este tiene una existencia de 800-1500 años antes de Jesucristo, en tanto era
probablemente uno de los tampus principales de los Pinachik. Los tampus estaban
ubicados al lado del camino real de los Pinachik, servía para hospedarse, para
descansar y luego continuar con la marcha. Quizás al igual que Chaupiyacu, este
lugar se convierte en uno de los principales tampus de Pinachik,
sirviendo de escenarios durante la convivencia con Chavín, Wari, Moche,
Chimú. …. (2)
En el campo militar prehispánico, los soldados que
habitaban en lo que es La Ramada y de los lugares cercanos
a ella, integraban la “tribu guerrera de los Pinachik,
castellanizados como Penachíes”, y es posible que participaron activamente en
los periodos de las luchas para defender el territorio Penachi, y una de estas
luchas que se tiene referencia fue contra el inca Túpac Inca Yupanqui en
Jayanca. Y se puede afirmar que por los caminos de este sector,
trajinaban los Penachíes o Penachis a diversos pueblos de la costa; después,
los españoles también recorrerían estos mismos caminos reales.
….. (3)
La Ramada es uno de los territorios de raigambre
Penachis y expresan su identidad desde tiempos inmemoriales. El 15 de julio de
1532 serían nombrados como tierra del Cacique Penachí. Don Francisco Pizarro,
en San Miguel de Tangarara (primera ciudad del Perú y América) señala a Penachí
como dueño de las tierras que van desde Jayanca, pasan por Ferreñafe, hasta
Guambos, Huancabamba, Tabaconas, Bracamoros y la Amazonía. De ese modo quedan
al mando de Penachí las tierras que hoy corresponden al ande de Lambayeque. Los
hombres de La Ramada, en ese periodo juegan un rol importante, en tanto
formaban parte de los guerreros valientes de todos los tiempos.
Entre 1560 y 1590. La Ramada juega una función
vital en la construcción de la Iglesia Matriz San Mateo Apóstol de Penachí.
Junto a los hombres y mujeres de Inkawasi, Kañaris y Penachí, los hombres y
mujeres distribuidos en varias partes de la zona baja contribuyen a la
Construcción de una de las iglesias más grandes y la más antigua del ande
Lambayecano.
1570 hombres y mujeres de Mórrope y Pacora, pasan
por La Ramada, llevando en hombros a sus Santos Patrones. Con San Pedro los
morropanos y con San Pablo los de Pacora emprendieron la marcha a Penachí, para
orar por la escases de agua. El 21 de junio del mismo año regresaban nuevamente
por La Ramada, muy contentos porque se había hecho el milagro, la lluvia
incrementó los ríos. .... (4)
III
Los españoles en su trayecto nombran a este lugar
como el paso de “La Ramada”. Un documento que acredita su existencia es el
informe de “La Vista de Ojos” de 1746. En dicho documento los indígenas de
Penachí hicieron constar que estos territorios los poseían desde tiempos
muy antiguos. La Corona les confirmó estos parajes a través de una comisión muy
importante que arribó a Penachí el 9 de agosto de 1746. En su retorno la
comisión española tomó la ruta Penachí-Motupe-Piura, en ese trayecto describen
que observaron en el
lugar “una estructura abandonada, de material rústico, en situación
tan deplorable que estaba a punto de desplomarse”, el nombre hispano que le
asignaron fue “La Ramada”. Aquella estructura rústica, que
vislumbraron los de la comisión española, quizás fueron unos cuantos palos de
los horcones y umbrales, atados con sogas de pasaya, con techos de paja, y con
el cuarto al aire libre; el cual servía como lugar de descanso a los antiguos
Penachis. Esta estructura es parecido a aquellas ramadas que describen los
cronistas Zárate 1543 “no hay casas, sino que se hospedan debajo de árboles”;
Cieza de León 1548, agrega: “pero poseen unos techos altos, hechos con
materiales rústicos” (Porras, 1999, pág. 280).
En cuanto al documento de “Vista de Ojos”, estos
fueron implementados por el Virrey Francisco de Toledo, entre 1569 y 1581. Se
elaboran informes y documentos con la finalidad de reformar y organizar la
administración del virreinato. Toledo impulsa las visitas de las comisiones por
mandato de la Corona Española. A continuación presentamos la instrucción que le
hace Felipe II al Virrey Francisco de Toledo sobre doctrina y gobierno
eclesiástico: “no se duda que esta visita sería conveniente y en ella
resultarían muchos y muy buenos efectos. Y entre otros que el Virrey, no solo
por relación de oídas, más por vistas de ojos, tuviese entendido la disposición
y calidad de la tierra” (Hanke, 1975, pág. 108). Entonces el primer
reconocimiento que se le proporcionó a La Ramada, debe constar de estos años.
Los españoles decían que no solo por lo que se
escucha se debe creer sino que hay que ir a ver los lugares, visitar los
parajes. Penachí, estaba incluida en San Miguel de Targarara desde 1532, según
documentos de las primeras reparticiones, es lógico que los parajes de
Chaupiyacu, Botijilla, La Ramada hayan sido incluidos en las primeras visitas o
“vistas de ojos” a finales de 1500.
IV
Ya en época republicana (aproximadamente entre los
años 1930-1940) a La Ramada también era conocido como Overopampa (pampa de
overos), lugar cargado de árboles de overos, con frutos y de clima singular.
Por años predominó su nombre como “La Ramada” y se constituyó paulatinamente en
un centro importante de comercio entre la costa y la sierra; entre los
Penachíes o Penachis y sus antiguos aliados (La etnia Muchic).
Para el año 1960 el pueblo lucía hermosas viviendas
tradicionales ubicadas en las parcelas de comuneros que bajaron desde:
Miraflores, Penachí, Kerguer, de la parte de Huaratara y, algunos provenientes
desde las zonas de Inkawasi (Moyan).
Este pueblo emergente tenía a sus primeros
habitantes distribuidos en forma dispersa y, para identificar donde estaban sus
viviendas se hace referencia como punto centro al antiguo local de la escuela
10214.
Al
Norte: Sr Pedro Obando Rojas, al Nor oeste: Sr. Doroteo Carlos Espinoza; al Sur
Este: Sr Santos Carrillo Rojas; al Sur Oeste: Sr Salome Pravia Rojas; al Este:
Los hermanos Pablo y Bartolomé Rodriguez huancas, Sr. Juan Gutiérrez Aguilar,
Sr. Nicolás Matos Carlos, Sr. Alejandro De la Cruz Ramírez; y al Oeste:
Sr. Raymundo Ramírez Sánchez, Sr. Santiago Carlos Lucero, Sr Marcos De La
Cruz Martínez, Sr. Eduardo de la cruz Ramírez, Sr. Hipólito Rojas Martínez, Sr.
Adrián Gutiérrez Rojas, y Sr. Juan Céspedes Carlos.
V
A medida que pasan los años, las necesidades van
creciendo. La Ramada, pueblo entusiasta desde sus raíces, visualizó de
inmediato los cambios de las grandes ciudades: era necesario un centro
educativo. Los pobladores entusiastas y amantes de la formación de sus hijos, y
sin importar la estructura del local, sino el conocimiento, en 1960, enviaron a
14 alumnos a instalarse en una chocita alquilada, que se ubicaba muy cerca a lo
que ahora es el antiguo local de la escuela N°10214, contratando para ello
los servicios de una profesora particular natural de Kerguer, Srta. Tomasa
Rojas Castro. La vida de la pequeña escuelita a manera de educación particular
pagada por los padres de familia solo tuvo un año de vida; pero marcó el
primer instante y generó el antecedente para lo que sería el futuro de la
educación en La Ramada.
Desde esos instantes, los padres demostrarían, que
el pueblo organizado puede cambiar el sistema, gestionaron su educación a
través de la acción correcta. Poco a poco esos hombres fueron adquiriendo
muchos conocimientos, aprovechaban la información con mucho fervor, hasta
llegar no solo a construir tiempo después su propio local educativo, sino
también lograr que el estado peruano ubique a La Ramada y lo consideré
dentro del mapa de la educación estatal.
En ese trance al contar con una docente animosa y
con entusiastas aprendices, los padres empezaron a gestionar la creación
de la escuela así como la construcción de un local propio (El estado no
creaba escuela, y no enviaba docente, sin que antes la población haya
construido el ambiente de la escuela y haya sido donado al estado). Y es
así que los primeros habitantes forjadores de La Ramada, formaron un comité
pro-gestión, y desde 1959 y 1962 logran construir la primera aula de la
que sería la I.E N° 10214; el pueblo unido, aportó con fuerza de trabajo,
adobes y otros. Las fuerzas de hombres, mujeres lograron asentar
aproximadamente 4000 adobes y tener a la vista su hermosa casa del saber
básico.
El tejido de fuerzas, para apoyar a tramitar
la resolución de funcionamiento, no se hace esperar, se suman al objetivo el
Agente Municipal de Penachí Sr Juan De La Cruz Castro; el Teniente
Gobernador de Penachí sr. Encarnación Carlos Aguilar; el Presidente de La
comunidad San Mateo de Penachí Sr. Marcos De La Cruz Martínez. Y el 2 de julio
1962 se concreta el objetivo con la resolución que crea la Escuela Primaria N°
10214 La Ramada, siendo su primera profesora contratada por el estado
peruano Antonieta Arbulú. Como se puede apreciar La Ramada es la cuna del
respeto y la admiración hacia la mujer. La mujer se convierte en el primer
pilar de la formación y es la que guía a todos hacia la riqueza del saber.
El templo del saber básico representa uno de los
hitos más importantes en la historia de La Ramada, fue el punto inicial para el
desarrollo urbano, el cual se enmarcó conjuntamente con el camino de herradura
Penachi-Motupe (Lo que es ahora la Av. Inca Garcilaso de la Vega).
VI
La otra dimensión importante y que forma parte
significativa para el C.P. La Ramada es la parte religiosa a lo que los
ramadeños nos ajenos a ella. Como símbolo de fe que profesan a la religión
católica buscaron el ejemplo del santo peruano San Martín de Porres, y lo
convirtieron en su Santo Patrón. La historia de la llegada de la Imagen al C.P.
La Ramada es una de las narraciones más subliminales que paso en forma oral
y, que todavía se puede escuchar directamente de las personas que
estuvieron en el lugar de los hechos. Es por
ello, que esta historia merece un trato particular, y será contado al
final como un capítulo especial: ya que este trabajo de la “RAMADA Y SU
HISTORIA” se realizó para la Fiesta Patronal de La Ramada en Honor
“San Martín de Porres”; razón suficiente que merece una atención de
notable consideración.
VII
Hecha la salvedad del capítulo anterior, damos pasó
a otro punto importante en la historia de La Ramada que fue la construcción de
la CARRETERA.
Con el pasar de los años se hizo necesario la
trocha carrozable que vinculará con la costa. Así se inició el proyecto de unir
La Ramada con Chochope. Se tuvo de enfrentar muchos problemas y oposiciones.
Finalmente ganó la fe y el compromiso de todos.
La Ramada al igual que toda la Etnia Penachí se ha
caracterizado por la lucha conjunta y por la acción. Desde el año 1971
empezó la iniciativa de este anhelado proyecto. Un proyecto animado en su
inicio por el entusiasmo de Don Santos Carrillo Rojas; después encabezado
por Don Marcelino De La Cruz Llaguenta y, por Don Marcos De La Cruz
Martínez quien se esmera en apoyar con la documentación. La carretera empezó
con faenas para llevarla desde Chóchope hasta La Ramada. Y en todo
este trajinar, los primeros habitantes de La Ramada con sus hijos,
apoyaron decididamente a los líderes que estaban a la cabeza, siendo parte
importante y símbolo de unión para lograr el objetivo de hacer realidad
la carretera.
Don Marcelino De La Cruz Llaguenta es el baluarte
histórico de este proyecto. Cuando los pobladores habían avanzado 500 m desde
Chóchope, se sumó a la causa y con entusiasmo presidió el comité pro-carretera
Juan Velasco.
1972 parecía que todo iba a quedar en esperanzas y
esfuerzos vanos. Habían avanzado a pura fuerza de brazos, sin presencia alguna
del Estado, hasta cerca del Espinal. La carretera venía bordeando la margen
Izquierda del río de Penachí o río Chochope, sobre el camino de
herradura. Al final de ese año una torrencial lluvia aumentó el caudal del río,
lo que provocó el desborde del mismo hacia la Carretera en construcción,
las fuerza de los ramadeños se ven quebrantadas. Todo parecía acabarse;
pero nuevamente los líderes animaron a la población. La fuerza de la naturaleza
incrementó el entusiasmo de estos hombres y mujeres. Las fuerzas se unen una
vez más y, todos los demás habitantes de la parte baja de La Ramada se unen a
apoyar la gran causa y logran una partida de parte del Gobierno Militar en
1973.
Sé entendió que hay que cambiar de ruta, ahora era
más complicada el trabajo, había que romper lugares inaccesibles; pero la
fuerza, la persistencia, y las ganas buscar el progreso, fueron los
más grandes aliados de los Ramadeños para conseguir la meta; y en
noviembre de 1982 llegó la carretera hasta el pueblo de La Ramada. Como símbolo
de ello, destaca una roca con un pequeño muro de concreto a la entrada del
pueblo, en ella, una frase reza “El Pueblo Lo Hizo”, enunciado que muy
hábilmente era utilizada por el gobierno de Fernando Belaunde Terry en
todo las inauguraciones de sus obras durante todo su periodo. Efectivamente
esta frase no es ajena al esfuerzo de los Ramadeños, quienes apoyados por
varios hombres de la parte baja, hicieron posible la construcción de una gran
colosal obra para el progreso de las futuras generaciones de la gran comunidad
San Mateo de Penachí.
Posteriormente a la inauguración, el fenómeno del
Niño de 1983 causó grandes deterioros a la carretera recién terminada en
noviembre de 1982. Lo que significo nuevamente un arduo trabajo la puesta
en valor de la vía. Pero en sí, la construcción de la vía duró 10 años de
continua y agotadora lucha (1972-1982).
VIII
Es
preciso mencionar de que Los hombres y mujeres de La Ramada, junto a los
pobladores de Chaupiyacu (Chaupiaco), Botijilla, Palala, Pedregal, Zapotal,
Murojaga se trasladaban año tras año a las diversas actividades realizadas en
Penachí; contribuyeron decididamente por años al progreso de Penachí, desde
estos lugares se daban cita a las realizar coordinaciones, reuniones, y
trabajos comunales.
En el 2010 es elevado a categoría de Centro
Poblado. Ahora, La Ramada cuenta con los servicios de agua potable,
energía eléctrica, desagüe, una Posta médica, un centro de formación inicial,
una escuela de primaria y secundaria; y se ha convertido en un polo de
desarrollo para la comunidad de Penachí.
Es por
ello que los ramadeños no olvidan sus raíces, siempre están buscando lazos de
hermandad, desarrollo, y de integración de la tan amada Comunidad Campesina San
Mateo de Penachí, de la cual tan orgullosamente forman parte. Su historia
está llena de grandes logros de superación, y es un ejemplo a seguir para la
presente y futuras generaciones, conservando y manteniendo siempre aquel
deseo indestructible de avanzar hacia un futuro cada día mejor.
(VI)
HISTORIA DE LA FIESTA
PATRONAL A SAN MARTIN DE PORRES. C.P LA RAMADA.
San
Martín de Porres tiene en la Ramada a uno de sus devotos más carismáticos y con
ciertas dotes de historiador; nos estamos refiriendo al Sr Quiterio Céspedes
Rojas, quien gentilmente nos proporcionó su texto original de una de las versiones
más hermosamente escritas acerca de la Fiesta a San Martín de Porres; el
cual presentamos a continuación tal cual la escribió.
Hablar de nuestro santo patrón San Martín de
Porres, nos remonta a buscar su antecedente, murió el 03-11-1639, pero
nos dejó un legado a los que profesamos la religión católica de fe y esperanza
por un mundo mejor.
La Ramada año tras año celebra su fiesta patronal
en honor a nuestro santo patrón. Nuestra fiesta patronal tiene como antecedente
la motivación de los primeros pobladores ramadeño, quienes como fieles
católicos tuvieron la magnífica idea de venerar a la imagen de San Martin
de Porres, razón por el cual el señor Marcos De La Cruz Martínez, solicito la
imagen a su buen a migo el Motupano Atilio Falla Ureta, quien
a su vez en coordinación con una de sus hijas quien residía en EE.UU
donaron el santo patrón. Nuestro santo patrón fue transportado en un
vehículo de Motupe a Chochope, lugar donde un reducido
grupo de Ramadeño provistos de ponchos, guayaquiles y sogas
lo recibieron para después colocarlo cuidadosamente en una caja Hermética.
Siendo las 10:00 la comitiva emprendió el viaje de regreso, con la condición de
llegar a la Ramada en paso de procesión , el camino fue difícil y la caminata
era dura debido a la herradura, con la imagen en los hombres y el rostro
sudoroso caminaban lentamente bajo el sol esplendoroso, estos
hombres avanzaban con fe y alegría, acompañado de una dulce melodía que
salía de una caja y una chirimilla; llegaron al espinal donde es el paso
final por las tierras chochopanas, para luego internarse en
tierras Penachanas, pasaron el famoso y caudaloso río de Chaupiyacu,
cargando y cuidando la imagen como un tesoro, cuidadosamente pasaron la piedra
de los toros y entre el cantar de la divertida chilala pasaron por
lugar llamado Pálala, mientras los pajaritos dejaban escuchar sus silbidos se
internaron bajo la sombras de unos inmensos arboles floridos, para luego llegar
y pasar el río Huaratara o Guayguashyacu, subieron la tierra
rocosa más tenebrosa de Guayguashyacu, llegaron a Pedregal Bajo,
seguidamente tomaron la última ladera para llegar y cruzar el tenebroso
río Bau de la Ramada en cuyas aguas muchos caminantes han perdido la
vida; como nuestra de la maldad existente en este lugar, dicen que de la
nada se presentó un fuerte ventarrón que no los dejaba avanzar, es así que
se encomendaron a San Martin y la Virgen María; volviendo de esta
manera la paz y la alegría, por fin lograron avanzar, llegando a la
casa del señor Marcos de la Cruz; lugar donde pudieron almorzar y aprovecharon
esos minutos para descansar. Las horas pasaban, la tarde avanzaba pero la
comitiva no se cansaba y la distancia se acortaba, la fe y el mensaje de
esperanza que querían transmitir a las futras generaciones, los impulso a
seguir su travesía y finalmente subir la última cuesta
de Sábila Pampa. Siendo a las seis de la tarde del 20 de Octubre de
1968 llegaron y entraron triunfantes a La Ramada; donde la imagen de
San Martincito iba a encontrar su dulce morada, marcando de esta manera un
acontecimiento muy importante en la historia Ramadeña.
Los primeros años la feria se celebrara a través de
mayordomía; siendo los primeros mayordomos los señores Marcos de la Cruz
Martínez, Elías Leonardo Tolentino, Hipólito Rojas Martínez, entre otros.
Posteriormente se nombró un comité que lleva el
nombre de la “Hermandad San Martin de Porres”, así también se fijó
una fecha inmovible que es el 27 de noviembre de todos los
años en que se reza y se venera la imagen de San Martincito de
Porres. En esta comitiva acompañaron dos amigos invitados, cajero el señor
Isabel Reyes de la Cruz y chirimillero Anselmo Carlos
Céspedes.
Así de
esta manera el sr. Quiterio nos hace transitar en el camino de los recuerdos, y
nos narra de una forma encantadora la historia de la actual imagen de San
Martin Porres como Santo Patrón de La Ramada. Pero, es necesario
mencionar que los pobladores de La Ramada ya por el año 1966 habían
logrado levantar una hermosa capilla de adobe con techo de paja, y en ella se
veneraba a un San Martín de Porres más pequeño, el cual aún se conserva en una
ermita en el interior de la Iglesia.
Y
ya en los años 1991 se terminó de construir La Iglesia del Pueblo
de La Ramada tal como lo es ahora. El pueblo en colaboración con Don
Sebastián Vilela Purihuaman, heredaron a sus hijos un templo en el que año a
año permanece el Santo Patrón de La Ramada.
Autores.
Soc. Eduer Bernilla Rodriguez.
Ing. Freddy David Belicoso Rodriguez.
(1) Hipótesis que lanza el Soc. Eduer Bernilla Rodriguez acerca del
nombre Penachí que viene del vocablo PINACHIK. Este trabajo lo sustenta y
explaya en su libro: LOS PENACHÍS EJEMPLO DE INTEGRACIÓN Y SOBREVIVENCIA.
(2) y (3) El Soc. Eduer Bernilla Rodriguez hace su relación a los
hombres de "PINACHIK" con otros estados regionales y su participación
bélica para defender su territorio
(4) Augusto D. León Barandiarán (1938). Mitos, Leyendas y Tradiciones
Lambayecanas. En este libro hay un relato llamado "El Río La Leche",
en ello se hace mención a una Peregrinación católica que hubo desde Mórrope hacia la sierra de Penachí, para pedir que llueva y las aguas del río la
leche llegue hasta Mórrope; en este relato no expresa textualmente porque
lugares pasaron la procesión con las imágenes de San Pedro y San Pablo, y solo
menciona que llegaron a la sierra de Penachí.
Bibliografía
Hanke, L. (1975). Los virreyes españoles en América durante el gobierno
de la Casa de los Austrias. Madrid: Atlas.
Porras, R. (1999). El legado quechua: indagaciones peruanas. Lima:
UNMSM.