25/2/17

C.P. LA RAMADA - COMUNIDAD DE PENACHÍ, DISTRITO SALAS-REGIÓN LAMBAYEQUE


INTRODUCCIÓN


Este trabajo se realizó gracias a la colaboración de la mano de los relatos obtenidos de los mismos ramadeños; entre ellos la  versión de los hijos de los padres del surgimiento de La Ramada como un centro poblacional dentro de la Comunidad Campesina de Penachí-Distrito de Salas-Lambayeque, y así como también de los relatos obtenidos de algunos de los fundadores  y padres de La Ramada.  

También es necesario tener presente de que el Sr. Juan Miguel Carlos De La Cruz fue una de las personas que participó activamente en acciones a favor de La Ramada al lado de su padre Sr. Doroteo Carlos Espinoza quien fue uno de los primeros en llegar a establecerse con toda su familia en los alrededores de lo que es el casco urbano actual de La Ramada; es decir, al Sr. Juan Miguel Carlos De La Cruz se le considera como descendiente del legado de su Padre. Aunque,  la historia bien podría reclamar su nombre como fundador de La Ramada, porque estuvo presente y formó parte importante en los inicios de este centro Poblado.

Un aporte que no se logró mencionar en el texto que se presentó en el programa de fiesta en honor a san Martín de Porres 2016 del C.P. La Ramada- Penachí-Salas, es que los antiguos comuneros de Penachí no bajaban a vivir en esta parte de la Comunidad San Mateo de Penachí porque era una zona endémica al Paludismo o malaria, razón suficiente para tener temor a contraer dicha enfermedad.

Pero también había un problema  grave que venía desde la parte de la hacienda de Chochope, ya que el hacendado les quería arrebatar a la comunidad de Penachí estos parajes; pastaban sus ganados vacunos e inclusive habían abierto canales de irrigación por la parte de pedregal y cultivaban arroz a la vista de los comuneros. Este temor a que el hacendado de Chochope se apropie de sus tierras hizo posible vencer el miedo a la malaria y, se produjo un cambio de visión y  los llevó a defender sus tierras mediante la re-colonización de los dominios comunales de Penachí.

El trabajo que se presenta a continuación fue realizado a pedido del Abogado Cesar Huancas de La Cruz (Nieto de uno de los Fundadores de La Ramada  el quien en vida fue Sr. Alejandro De la Cruz Ramírez)  con la finalidad de ser presentado en el programa de fiesta en honor a san Martín de Porres  Noviembre 2016 del C.P. La Ramada- Penachí-Salas. 

El 27 de Noviembre del 2016 se realizó el III Concurso Costumbrista de Baile de Caja y Chirimía  en la Comunidad Campesina de Penachí  y, tuvo como sede al C.P La Ramada;  conjugándose en ese momento, la puesta en valor de las manifestaciones culturales de los Penachís y la Historia de La Ramada como parte integral de PENACHÍ.  Y en ese sentido también va el agradecimiento al hermano y paisano Abogado Cesar Huancas De La Cruz  por el apoyo con una muy buena parte del financiamiento económico del Concurso que estuvo a cargo de: AUTORIDADES DEL C.P. LA RAMADA-UNIDOS POR EL DESARROLLO DE PENACHI (UDEP) – RUTAS DE LOS PENACHIS

Ing. Freddy David Belicoso Rodriguez

 
IMAGEN DEL C.P LA RAMADA.
Foto cogida de Internet

LA RAMADA Y SU HISTORIA

I
La razón es el poder más grande para cambiar el mundo, las ideas unidas a las acciones determinan el destino de la humanidad. En ese sentido los hijos predilectos de La Ramada transitan en pensamientos y acciones constantes por lograr el desarrollo; no obstante las preguntas básicas de todos los tiempos tejen redes escabrosas: ¿Quiénes somos? ¿Cuándo llegamos a estos lares? ¿Por qué se le denominó “La Ramada”? ¿Cuántos años aproximadamente tienen  estos parajes? ¿Quiénes fueron los primeros habitantes? ¿Qué hombres destacaron en todos los tiempos? ¿Cuáles fueron los logros conquistados? ¿Fuimos escenarios de grandes acontecimientos? ¿Cómo fortalecer nuestra identidad? ¿Hacia dónde vamos?

Las inquietudes de los pobladores, profesionales, autoridades y foráneos merece un tratado especial en investigaciones exhaustivas y detalladas. En este apartado se ofrecerá por lo menos los sucesos generales más recordados y las raíces históricas vitales. Cabe mencionar que La Ramada se ha convertido hoy por hoy, en uno de los hilos conductores del progreso de la etnia de los Penachis o Penachíes; y es considerado como uno de los lugares de transición  entre la sierra y la costa Lambayecana.
II
Sin duda, en tiempos pre-incas y  prehispánicos La Ramada debió ser uno de los lugares más importantes. Ya que, a sus alrededores se encuentran varios petroglifos, tumbas en los cerros circundantes y, un probable asentamiento humano en lo que ahora es el la cima del cerro botijilla; los cuales aún no han sido estudiados detenidamente, y que demanda urgente atención de parte de la ciencia.  La Ramada fue por años un sitio donde habitaban y reposaban los antiguos Penachíes o Penachis.

Después de la conquista de los españoles, estos parajes de la parte baja de Penachí, sufren un periodo de abandono y,  solo se ve el recuerdo de las huellas de su pasado. Este aparente abandono solo se da con la llegada de los hispanos, y es común que la población haya sido diezmada en primera instancia por enfermedades nuevas traídas por los europeos, para luego ser arrasada o destruida en el proceso de conquista a los Penachis por parte de los españoles. No obstante la población que sobrevivió fue reducida a un solo pueblo.  Hay que recordar que los españoles concentraban las poblaciones de indios dispersas en un amplio territorio, y los juntaban en un solo pueblo, a este proceso se le llama “Las Reducciones”, y una de estas reducciones fue el Pueblo de Penachí.  Y con ello se puede afirmar  que parte de los descendientes de los Penachis que defendían los territorios de la Ramada hayan sido obligados a concentrarse en el pueblo matriz de Penachí producto de Las Reducciones españolas.

Penachí es uno de los nombres quechuas con formación protoquechua surgida antes de Chavín. Deriva de dos voces quechuas PIN (Quienes son) y ACHIK o ACHIJ (Iluminadores, curanderos, maestros). Estos Pinachik por voz quechua son los maestros o iluminadores del alma, de la mente y el cuerpo. En el quechua por ser triboválica no se utiliza las letras “O”, tampoco la “E”, es por ello que de acuerdo a las investigaciones el nombre Penachí es quechua y sus raíces la encontramos en muchas investigaciones del verdadero quechua. Pinachik entonces es el origen de la etnia en el cual se encuentra comprendida La Ramada, un nombre hispano. …. (1)

La Ramada en sus orígenes era un hermoso paraje donde habitan descendientes de los Pinachik, también fue un lugar donde descansaban los Pinachik  que se trasladaban a las alturas de Kañaris e Inkawuasi y bajaban para coordinar con los Indios de Motupi, Jayanca y Morrup. Este tiene una existencia de 800-1500 años antes de Jesucristo, en tanto era probablemente uno de los tampus principales de los Pinachik. Los tampus estaban ubicados al lado del camino real de los Pinachik, servía para hospedarse, para descansar y luego continuar con la marcha. Quizás al igual que Chaupiyacu, este lugar se convierte en uno de los principales tampus de Pinachik,  sirviendo de escenarios durante la convivencia con Chavín, Wari, Moche, Chimú. …. (2)
En el campo militar prehispánico, los soldados que habitaban en lo que es  La Ramada  y  de los lugares cercanos  a ella, integraban la  “tribu guerrera de los Pinachik, castellanizados como Penachíes”, y es posible que participaron activamente en los periodos de las luchas para defender el territorio Penachi, y una de estas luchas que se tiene referencia fue contra  el inca Túpac Inca Yupanqui en Jayanca.  Y se puede afirmar que por los caminos de este sector, trajinaban los Penachíes o Penachis a diversos pueblos de la costa; después, los españoles también recorrerían estos mismos caminos reales.   ….. (3)

La Ramada es uno de los territorios de raigambre Penachis y expresan su identidad desde tiempos inmemoriales. El 15 de julio de 1532 serían nombrados como tierra del Cacique Penachí. Don Francisco Pizarro, en San Miguel de Tangarara (primera ciudad del Perú y América) señala a Penachí como dueño de las tierras que van desde Jayanca, pasan por Ferreñafe, hasta Guambos, Huancabamba, Tabaconas, Bracamoros y la Amazonía. De ese modo quedan al mando de Penachí las tierras que hoy corresponden al ande de Lambayeque. Los hombres de La Ramada, en ese periodo juegan un rol importante, en tanto formaban parte de los guerreros valientes de todos los tiempos.   

Entre 1560 y 1590. La Ramada juega una función vital en la construcción de la Iglesia Matriz San Mateo Apóstol de Penachí. Junto a los hombres y mujeres de Inkawasi, Kañaris y Penachí, los hombres y mujeres distribuidos en varias partes de la zona baja contribuyen a la Construcción de una de las iglesias más grandes y la más antigua del ande Lambayecano.

1570 hombres y mujeres de Mórrope y Pacora, pasan por La Ramada, llevando en hombros a sus Santos Patrones. Con San Pedro los morropanos y con San Pablo los de Pacora emprendieron la marcha a Penachí, para orar por la escases de agua. El 21 de junio del mismo año regresaban nuevamente por La Ramada, muy contentos porque se había hecho el milagro, la lluvia incrementó los ríos. .... (4)

III
Los españoles en su trayecto nombran a este lugar como el paso de “La Ramada”. Un documento que acredita su existencia es el informe de “La Vista de Ojos” de 1746. En dicho documento los indígenas de Penachí hicieron constar que estos territorios los  poseían desde tiempos muy antiguos. La Corona les confirmó estos parajes a través de una comisión muy importante que arribó a Penachí el 9 de agosto de 1746. En su retorno la comisión española tomó la ruta Penachí-Motupe-Piura, en ese trayecto describen que observaron en el lugar  “una estructura abandonada, de material rústico,  en situación tan deplorable que estaba a punto de desplomarse”, el nombre hispano que le asignaron fue “La Ramada”. Aquella estructura rústica, que vislumbraron los de la comisión española, quizás fueron unos cuantos palos de los horcones y umbrales, atados con sogas de pasaya, con techos de paja, y con el cuarto al aire libre; el cual servía como lugar de descanso a los antiguos Penachis. Esta estructura es parecido a aquellas ramadas que describen los cronistas Zárate 1543 “no hay casas, sino que se hospedan debajo de árboles”; Cieza de León 1548, agrega: “pero poseen unos techos altos, hechos con materiales rústicos” (Porras, 1999, pág. 280).

En cuanto al documento de “Vista de Ojos”, estos fueron implementados por el Virrey Francisco de Toledo, entre 1569 y 1581. Se elaboran informes y documentos con la finalidad de reformar y organizar la administración del virreinato. Toledo impulsa las visitas de las comisiones por mandato de la Corona Española. A continuación presentamos la instrucción que le hace Felipe II al Virrey Francisco de Toledo sobre doctrina y gobierno eclesiástico: “no se duda que esta visita sería conveniente y en ella resultarían muchos y muy buenos efectos. Y entre otros que el Virrey, no solo por relación de oídas, más por vistas de ojos, tuviese entendido la disposición y calidad de la tierra” (Hanke, 1975, pág. 108). Entonces el primer reconocimiento que se le proporcionó a La Ramada, debe constar de estos años.

Los españoles decían que no solo por lo que se escucha se debe creer sino que hay que ir a ver los lugares, visitar los parajes. Penachí, estaba incluida en San Miguel de Targarara desde 1532, según documentos de las primeras reparticiones, es lógico que los parajes de Chaupiyacu, Botijilla, La Ramada hayan sido incluidos en las primeras visitas o “vistas de ojos” a finales de 1500. 
                                                                                                             IV
Ya en época republicana (aproximadamente entre los años 1930-1940) a La Ramada también era conocido como Overopampa (pampa de overos), lugar cargado de árboles de overos, con frutos y de clima singular. Por años predominó su nombre como “La Ramada” y se constituyó paulatinamente en un centro importante de comercio entre la costa y la sierra; entre los Penachíes o Penachis y sus antiguos aliados (La etnia Muchic).

Para el año 1960 el pueblo lucía hermosas viviendas tradicionales ubicadas en las parcelas de comuneros que bajaron desde: Miraflores, Penachí, Kerguer, de la parte de Huaratara y, algunos provenientes desde las zonas de Inkawasi (Moyan).

Este pueblo emergente tenía a sus primeros habitantes distribuidos en forma dispersa y, para identificar donde estaban sus viviendas se hace referencia como punto centro al antiguo local de la escuela 10214.

  Al Norte: Sr Pedro Obando Rojas, al Nor oeste: Sr. Doroteo Carlos Espinoza; al Sur Este: Sr Santos Carrillo Rojas; al Sur Oeste: Sr Salome Pravia Rojas; al Este: Los hermanos Pablo y Bartolomé Rodriguez huancas, Sr. Juan Gutiérrez Aguilar, Sr. Nicolás Matos Carlos, Sr. Alejandro De la Cruz Ramírez; y al Oeste: Sr. Raymundo Ramírez Sánchez, Sr. Santiago Carlos Lucero, Sr  Marcos De La Cruz Martínez, Sr. Eduardo de la cruz Ramírez, Sr. Hipólito Rojas Martínez, Sr. Adrián Gutiérrez Rojas, y Sr. Juan Céspedes Carlos.
V
A medida que pasan los años, las necesidades van creciendo. La Ramada, pueblo entusiasta desde sus raíces, visualizó de inmediato los cambios de las grandes ciudades: era necesario un centro educativo. Los pobladores entusiastas y amantes de la formación de sus hijos, y sin importar la estructura del local, sino el conocimiento, en 1960, enviaron a 14 alumnos a instalarse en una chocita alquilada, que se ubicaba muy cerca a lo que ahora es el antiguo local de la escuela N°10214,  contratando para ello los servicios de una profesora particular natural de Kerguer, Srta. Tomasa Rojas Castro. La vida de la pequeña escuelita a manera de educación particular  pagada por los padres de familia solo tuvo un año de vida; pero marcó el primer instante y generó el antecedente para lo que sería el futuro de la educación en La Ramada.

Desde esos instantes, los padres demostrarían, que el pueblo organizado puede cambiar el sistema, gestionaron su educación a través de la acción correcta. Poco a poco esos hombres fueron adquiriendo muchos conocimientos, aprovechaban la información con mucho fervor, hasta llegar no solo a construir tiempo después su propio local educativo, sino también lograr que el estado peruano ubique a La Ramada  y lo consideré dentro del mapa de  la educación estatal.

En ese trance al contar con una docente animosa y con entusiastas aprendices, los padres empezaron a gestionar la creación  de la escuela así como la construcción de un local propio (El estado no creaba escuela, y no enviaba docente, sin que antes la población haya construido el ambiente de la escuela y haya sido donado al estado). Y  es así que los primeros habitantes forjadores de La Ramada, formaron un comité pro-gestión, y desde  1959 y 1962 logran construir la primera aula de la que sería la  I.E N° 10214; el pueblo unido, aportó con fuerza de trabajo, adobes y otros. Las fuerzas de hombres, mujeres  lograron asentar aproximadamente 4000 adobes y tener a la vista su hermosa casa del saber básico.

El tejido de fuerzas, para  apoyar a tramitar la resolución de funcionamiento, no se hace esperar, se suman al objetivo el Agente Municipal de Penachí  Sr Juan De La Cruz Castro; el Teniente Gobernador de Penachí sr. Encarnación Carlos Aguilar; el Presidente de La comunidad San Mateo de Penachí Sr. Marcos De La Cruz Martínez. Y el 2 de julio 1962 se concreta el objetivo con la resolución que crea la Escuela Primaria N° 10214 La Ramada, siendo su primera  profesora contratada por el estado peruano Antonieta Arbulú. Como se puede apreciar La Ramada es la cuna del respeto y la admiración hacia la mujer. La mujer se convierte en el primer pilar de la formación y es la que guía a todos hacia la riqueza del saber.

El templo del saber básico representa uno de los hitos más importantes en la historia de La Ramada, fue el punto inicial para el desarrollo urbano, el cual se enmarcó conjuntamente con el camino de herradura Penachi-Motupe (Lo que es ahora la Av. Inca Garcilaso de la Vega).
VI
La otra dimensión importante y que forma parte significativa para el C.P. La Ramada es la parte religiosa a lo que los ramadeños nos ajenos a ella. Como símbolo de fe que profesan a la religión católica buscaron el ejemplo del santo peruano San Martín de Porres, y lo convirtieron en su Santo Patrón. La historia de la llegada de la Imagen al C.P. La Ramada es una de las narraciones más subliminales que paso en forma oral y,  que todavía se puede escuchar directamente de las personas que estuvieron en el lugar de los hechos.      Es por ello, que esta historia merece un trato particular, y  será contado al final como un capítulo especial: ya  que este trabajo de la “RAMADA Y SU HISTORIA” se realizó para  la Fiesta Patronal de La Ramada en Honor  “San Martín de Porres”; razón  suficiente que merece una atención de notable consideración.
VII
Hecha la salvedad del capítulo anterior, damos pasó a otro punto importante en la historia de La Ramada que fue la construcción de la CARRETERA.

Con el pasar de los años se hizo necesario la trocha carrozable que vinculará con la costa. Así se inició el proyecto de unir La Ramada con Chochope. Se tuvo de enfrentar muchos problemas y oposiciones. Finalmente ganó la fe y el compromiso de todos.

La Ramada al igual que toda la Etnia Penachí se ha caracterizado por la lucha conjunta y por la acción.  Desde el año 1971 empezó la iniciativa  de este anhelado proyecto. Un proyecto animado en su inicio por el entusiasmo de Don Santos Carrillo Rojas; después encabezado  por Don Marcelino De La Cruz Llaguenta y, por Don Marcos De La Cruz Martínez quien se esmera en apoyar con la documentación. La carretera empezó con faenas para llevarla desde Chóchope  hasta La Ramada.  Y en todo este trajinar, los primeros habitantes  de La Ramada  con sus hijos, apoyaron decididamente a los líderes que estaban a la cabeza, siendo parte importante  y símbolo de unión para lograr el objetivo de hacer realidad la carretera.

Don Marcelino De La Cruz Llaguenta es el baluarte histórico de este proyecto. Cuando los pobladores habían avanzado 500 m desde Chóchope, se sumó a la causa y con entusiasmo presidió el comité pro-carretera Juan Velasco.

1972 parecía que todo iba a quedar en esperanzas y esfuerzos vanos. Habían avanzado a pura fuerza de brazos, sin presencia alguna del Estado, hasta cerca del Espinal. La carretera venía bordeando la margen Izquierda  del río de Penachí o río Chochope, sobre el camino de herradura. Al final de ese año una torrencial lluvia aumentó el caudal del río, lo que provocó el desborde del mismo hacia la Carretera en construcción,  las fuerza de los ramadeños se ven quebrantadas. Todo parecía acabarse; pero nuevamente los líderes animaron a la población. La fuerza de la naturaleza incrementó el entusiasmo de estos hombres y mujeres. Las fuerzas se unen una vez más y, todos los demás habitantes de la parte baja de La Ramada se unen a apoyar la gran causa y logran una partida de parte del Gobierno Militar en 1973.

Sé entendió que hay que cambiar de ruta, ahora era más complicada el trabajo, había que romper lugares inaccesibles; pero la fuerza, la persistencia, y las ganas buscar el progreso,  fueron los  más grandes aliados de los  Ramadeños para conseguir la meta;  y en noviembre de 1982 llegó la carretera hasta el pueblo de La Ramada. Como símbolo de ello, destaca una roca con un pequeño muro de concreto a la entrada del pueblo, en ella, una frase reza “El Pueblo Lo Hizo”, enunciado que muy  hábilmente era utilizada por el  gobierno de Fernando Belaunde Terry en todo las inauguraciones de sus obras durante todo su periodo. Efectivamente esta frase no es ajena al esfuerzo de los Ramadeños, quienes apoyados por varios hombres de la parte baja, hicieron posible la construcción de una gran colosal obra para el progreso de las futuras generaciones de la gran comunidad San Mateo de Penachí.

Posteriormente a la inauguración, el fenómeno del Niño de 1983 causó grandes deterioros a la carretera recién terminada en noviembre de 1982. Lo que significo nuevamente  un arduo trabajo la puesta en valor de la vía. Pero en sí, la construcción de la vía duró 10 años de continua y agotadora  lucha (1972-1982).

VIII

Es preciso mencionar de que Los hombres y mujeres de La Ramada, junto a los pobladores de Chaupiyacu (Chaupiaco), Botijilla, Palala, Pedregal, Zapotal, Murojaga se trasladaban año tras año a las diversas actividades realizadas en Penachí; contribuyeron decididamente por años al progreso de Penachí, desde estos lugares se daban cita a las  realizar coordinaciones, reuniones, y  trabajos comunales.

En el  2010 es elevado a categoría de Centro Poblado.  Ahora, La Ramada cuenta con los servicios de agua potable, energía eléctrica, desagüe, una Posta médica, un centro de formación inicial, una escuela de primaria y secundaria; y se ha convertido en un polo de desarrollo para la comunidad de Penachí.

Es por ello que los ramadeños no olvidan sus raíces, siempre están buscando lazos de hermandad, desarrollo, y de integración de la tan amada Comunidad Campesina San Mateo de Penachí, de la cual tan orgullosamente  forman parte. Su historia está llena de grandes logros de superación, y es un ejemplo a seguir para la presente y futuras generaciones, conservando y manteniendo siempre aquel  deseo  indestructible de avanzar hacia un futuro cada día mejor.
  
(VI)
HISTORIA DE LA FIESTA PATRONAL A SAN MARTIN DE PORRES. C.P LA RAMADA.
San Martín de Porres tiene en la Ramada a uno de sus devotos más carismáticos y con ciertas dotes de historiador; nos estamos refiriendo al Sr Quiterio Céspedes Rojas, quien gentilmente nos proporcionó su texto original de una de las versiones más hermosamente escritas acerca de la Fiesta a San Martín de Porres; el  cual  presentamos a continuación tal cual la escribió.

Hablar de nuestro santo patrón San Martín de Porres, nos remonta a buscar su antecedente,  murió el 03-11-1639, pero nos dejó un legado a los que profesamos la religión católica de fe y esperanza por un mundo  mejor.

La Ramada año tras año celebra su fiesta patronal en honor a nuestro santo patrón. Nuestra fiesta patronal tiene como antecedente la motivación de los primeros pobladores ramadeño, quienes como fieles católicos  tuvieron la magnífica idea de venerar a la imagen de San Martin de Porres, razón por el cual el señor Marcos De La Cruz Martínez, solicito la imagen a su buen a migo el   Motupano Atilio Falla Ureta, quien a su vez en coordinación con una de sus hijas quien residía en EE.UU donaron el santo patrón.  Nuestro santo patrón fue transportado en un vehículo de Motupe a Chochope, lugar donde un reducido grupo de Ramadeño provistos de ponchos, guayaquiles y sogas lo recibieron para después colocarlo cuidadosamente en una caja Hermética. Siendo las 10:00 la comitiva emprendió el viaje de regreso, con la condición de llegar a la Ramada en paso de procesión , el camino fue difícil y la caminata era dura debido a la herradura, con la imagen en los hombres y el rostro sudoroso caminaban lentamente bajo el sol esplendoroso, estos hombres avanzaban con fe y alegría, acompañado de una dulce melodía que salía de una caja y una chirimilla; llegaron al espinal donde es el paso final por las tierras chochopanas, para luego internarse en tierras Penachanas, pasaron el famoso y caudaloso río de Chaupiyacu, cargando y cuidando la imagen como un tesoro, cuidadosamente pasaron la piedra de los toros y entre el cantar de la divertida chilala pasaron por lugar llamado Pálala, mientras los pajaritos dejaban escuchar sus silbidos se internaron bajo la sombras de unos inmensos arboles floridos, para luego llegar y pasar el río Huaratara o Guayguashyacu, subieron la tierra rocosa más tenebrosa de Guayguashyacu, llegaron a Pedregal Bajo, seguidamente tomaron la última ladera para llegar y cruzar el tenebroso río Bau de la Ramada en cuyas aguas muchos caminantes han perdido la vida; como nuestra de la maldad existente en este lugar, dicen que  de la nada se presentó un fuerte ventarrón que no los dejaba avanzar, es así que se encomendaron a San Martin y la Virgen María; volviendo de esta manera  la paz y la alegría, por fin lograron avanzar, llegando a la casa del señor Marcos de la Cruz; lugar donde pudieron almorzar y aprovecharon esos minutos para descansar. Las horas pasaban, la tarde avanzaba pero la comitiva no se cansaba y la distancia se acortaba, la fe y el mensaje de esperanza que querían transmitir a las futras generaciones, los impulso a seguir su travesía y finalmente subir  la última cuesta de Sábila Pampa. Siendo a las seis de la tarde del 20 de Octubre de 1968 llegaron y entraron triunfantes a La Ramada; donde la imagen de San Martincito iba a encontrar su dulce morada, marcando de esta manera un acontecimiento muy importante en la historia Ramadeña.
Los primeros años la feria se celebrara a través de mayordomía; siendo los primeros mayordomos los señores Marcos de la Cruz Martínez, Elías Leonardo Tolentino, Hipólito Rojas Martínez, entre otros. 

Posteriormente se nombró un comité que lleva el nombre de la “Hermandad San Martin de Porres”, así  también  se fijó una fecha inmovible que es el 27 de noviembre de todos los años  en que se reza y se venera la imagen de San Martincito de Porres. En esta comitiva acompañaron dos amigos invitados, cajero el señor Isabel Reyes de la Cruz y  chirimillero Anselmo Carlos Céspedes.  

Así de esta manera el sr. Quiterio nos hace transitar en el camino de los recuerdos, y  nos narra de una forma encantadora la historia de la actual imagen de San Martin Porres  como Santo Patrón de La Ramada.  Pero, es necesario mencionar que los pobladores de La Ramada ya por  el año 1966  habían logrado levantar una hermosa capilla de adobe con techo de paja, y en ella se veneraba a un San Martín de Porres más pequeño, el cual aún se conserva en una ermita en el interior de la Iglesia.
Y  ya en los años 1991 se terminó de construir  La Iglesia del Pueblo de La Ramada tal como lo es ahora.  El pueblo en colaboración con Don Sebastián Vilela Purihuaman, heredaron a sus hijos un templo en el que año a año permanece el Santo Patrón de La Ramada.                                                                                                        
Autores.
Soc. Eduer Bernilla Rodriguez.
Ing. Freddy David Belicoso Rodriguez.


(1) Hipótesis que lanza el Soc. Eduer Bernilla Rodriguez acerca del nombre Penachí que viene del vocablo PINACHIK. Este trabajo lo sustenta y explaya en su libro: LOS PENACHÍS EJEMPLO DE INTEGRACIÓN Y SOBREVIVENCIA.

(2) y (3) El Soc. Eduer Bernilla Rodriguez hace su relación a los hombres de "PINACHIK" con otros estados regionales y su participación bélica para defender su territorio

(4) Augusto D. León Barandiarán (1938). Mitos, Leyendas y Tradiciones Lambayecanas. En este libro hay un relato llamado "El Río La Leche", en ello se  hace mención a una Peregrinación católica que hubo desde Mórrope hacia la sierra de Penachí, para pedir que llueva y las aguas del río la leche llegue hasta Mórrope; en este relato no expresa textualmente porque lugares pasaron la procesión con las imágenes de San Pedro y San Pablo, y solo menciona que llegaron a la sierra de Penachí. 

Bibliografía
Hanke, L. (1975). Los virreyes españoles en América durante el gobierno de la Casa de los Austrias. Madrid: Atlas.
Porras, R. (1999). El legado quechua: indagaciones peruanas. Lima: UNMSM.





28/12/11

PARCIALIDAD DE HUARATARA-PENACHI-COLAYA

En tiempos pasados y antes de la década de los 90 del siglo pasado, podíamos escuchar entre los penachanos hablar de que Penachí estaba dividido bajo tres grandes zonas o sectores . Estos sectores estaban compuestos en relación a tres micro cuencas colindantes entre sí, y que a su vez estás van a formar la cuenca de Motupe. Bajo este contexto los penachanos habían dividido a su comunidad con los siguientes nombres:
  1. Pueblo de Penachí
  2. La Parcialidad de Huaratara
  3. Pueblo de Colaya

El pueblo de Penachí estaba formado por el Río de Penachí (río chico-río grande) hasta las partes de Chaupiyaku y bordeando el cerro Mocho, este ultimo ya en las parte colindantes con Chochope y la Comunidad de Tongorrape.

La Parcialidad de Huaratara: Se refería a todo el pequeño valle de río Ayahuil (Las aguas nacen el cerro ayahuil) y que terminaba hasta el sector de Palala aproximadamente. Cabe mencionar que antiguamente no existía el caserío de huaratara como nombre, y donde actualmente esta el poblado, se le conocía con el nombre de El afilador; esto debido a que en sus alrededores existía presencia de pequeñas piedra que los penachanos buscaban por que  tenían la propiedad de ser mas duras y eran buenas para ayudar a afilar sus herramientas de uso cotidiano (Machetes, hachas y otros). Huaratara en tiempos pasados no se refería al caserío que esta al pie del cerro Gallocirca y rodeado del cerro guayanay y del suturgo. Sino que huaratara era como mencionar actualmente como el valle del río Ayahuil.

Con respecto a Coloya, se puede mencionar que casi siempre se mantuvo alejada de la comunidad madre de Penachí. Esto puede ser por antecedentes lejanos que deben ser tema de investigación, y  alguna hipotesis puede estar en los documentos comunales de Penachí; otra razon quizas sea por la lejanía que se tiene entre Penachí y Colaya, ya que para llegar a coloya partiendo de penachí se tiene que cruzar el abra del portachuelo y llegar al valle de huaratara, para lluego cruzar todo este valle y ascender al abra del Hinchahuaka, para luego descender al pueblo de colaya.
De lo anterior se supo siempre que coloya se mantuvo al margen de lo que sucedía en Penachí, y que hubo varios intentos de desligarse y formar su propia comunidad. Es así que desde tiempos atras y hasta la actualidad coloya se desarrolla en los terrenos que están entre la margen Izquierda del río chiñama; es en este río en donde nacen las laderas de los cerros de colaya, y sus cimas la comparten con los del valle del río ayahuil y más abajo con el valle del río Penachí (En la carta nacional se le llama río de Chochope).

Este problema suscitado de tiempos atrás  trajo como consecuencia la falta de unidad de los penachís ante los problemas territoriales que se presentaron en la parte baja de los limites de la comunidad de Penachí.  Esto debido a que la comunidad de penachí en su geografía no logra dominar todos sus valles que la conforman  y estos se unen en el sector de la juntas en Motupe. De los tres valles de Penachí, solo dos se unen en territorio penachano , dejando de lado a Colaya que va paralela a los dos valles de Penachí; este río se unen al de Penachí  en territorios costeros pasando por las tierras de la comunidad de Tongorrape y Motupe. Es así que la parte más próxima a la costa hay un sector que se le llama La  Rinconada de Pampa Bernilla ,  que está en el valle de Chiñama ya en la costa y, que  como su nombre lo dice está arrinconada entre el cerro mocho, la comunidad de Tongorrape y una pequeña prominencia de un cerro que va a dar al río de chiñana; esta geografía hace que no tenga a acceso directo a ningún río.Y es por eso que tanto los del pueblo de Penachí y de Coloya se descuidaron de estos territorios, y en estos momentos están en problemas legales con un señor de Tongorrape  que circuló grandes cantidades de Has. manifestando que esos parajes son de la comunidad de Tongorrape y no de Penachí.

Es así que los penachís en tiempos actuales se han olvidado de cuan grande es su historia y cuan grande es su patrimonio. Y el descuido ha llevado que manos extrañas quieran arrebatar lo que es de ellos. Ojala que los tiempos cambien y que los nuevos y buenos vientos huracanados soplen y lleven todo lo malo y traigan consigo nuevos tiempos

22/9/10

SIERRA DE LAMBAYEQUE Y LAS RUTAS DE LOS PENACHIS.

La Región Lambayeque es considerada en el contexto nacional, como una region costeña, y más aún casí solo se ha difundido las civilizaciones prehispanicas que habitaron estos valles fértiles costeños; entre estas civilzaciones tenemos a los Mochicas, Los Lambayeque o cultura Sican y, la Cultura Chimu. Y casi nada o muy poco se ha difundido las civilizaciones que dominaron las cabeceres de los ríos que conforman los valles del Río  la Leche, Motupe y cañariaco; y solo se tiene referencias muy someras de ellas.
Y entre los estudios realizados por algunos investigadores, se llega a la  conclusión de que: en la sierra de lambayeque se formó una unidad cultural(etnia de los Penachíes o Penachís) muy diferente a la etnia muchic que habitaba  los valles costeños, estos dominaron los nacientes de las cabeceras de los valles que dan a la costa lambayecana;  hicieron frente a otros grupos etnicos e impusieron condiciones y llegaron a tener estrechas realciones con ellos.
Esquema de la Sierra de La Región Lambayeque.

Entre los Pueblos que hablan de ellos tenemos a Penachí, Kañaris y ya en epoca colonial Inkahuasi.  

A continuación se muestra algunas pinturitas de la sierra de lambayeque y por donde fue y viene hacer: La Ruta de los Penachis o Penachíes.

Sus Pueblitos


Canchachala- Distrito de Inkahuasi.

Colaya- Distrito de Salas.


Laguna Guanama-Distrito de Salas.






SUS CAMINOS Y SU GENTE.















SUS COSTUMBRES.

Yunsa en Penachí.


Danza de Penachí en Honor a la Cruz de Yanahuanca.



rutas.de.los.penachis@gmail.com


10/9/10

SIERRA DE LAMBAYEQUE EN LA COLONIA

Siguiendo los escritos e informaciones acerca de la sierra de Lambayeque, encontramos en ellos, a los pueblos de Penachí y Cañaris o Kañaris como anexos de salas. Entonces se sabe que los únicos pueblos que había en la sierra lambayecana son  Penachí y Cañaris; y estos, en el inicio de la colonia pertenecieron al corregimiento de Piura y es así que cuando se funda la ciudad de San Miguel de Piura se dice que domina su jurisdicción lo que es la sierra de Penachí.
“… sus terrenos y jurisdicción que son desde el pueblo y Valle de Pacora y Jayanca por la parte y términos de los Valles que dicen de Trujillo y de ahí subiendo a la sierra de Penachí, Salas, y Huarmaca y Huancabamba, Provincia de Cajas y Ayabaca, que confirman con términos de Jaén y Loja, y a Poechos, Maricavelica y Motape, Máncora y Pariña, Tumbes y Solana, hasta dar a la Costa de este mar del Sur prosiguiendo por ella hasta la punta de la Guja, y prosiguiendo hasta los confines, costa de los dichos pueblos de Jayanca y Pacora que confinan en la dicha y valle de Trujillo”[1]

Pues los corregimientos Eran sub-divisiones político-administrativas de la Audiencia, que  se crearon en la época del gobernador Lope García de Castro y correspondió al virrey Toledo darles una mejor organización.

Los primeros corregimientos fueron Piura, Cajamarca, Saña, Chiclayo, Ica, Huamanga, Huancavelica, Cuzco, Andes del Cuzco, Collaguas y Arequipa. A lo que el de Piura se llamó: Corregimiento de San Miguel de Piura con sede de gobierno en Piura.

Además en el DICCIONARIO GEOGRAFICO-HISTÓRICO DE LAS INDIAS OCCIDENTALES O AMERICA, TOMO IV (año 1788); menciona que el corregimiento de Piura lo forman los siguientes pueblos [2]

Y Siendo a la vez dependiente en lo eclesiástico del OBISPADO DE TRUJILLO y en donde Piura es una provincia.

El 24 de marzo de 1614 fue establecido el Obispado de Trujillo con los corregimientos de: Trujillo, Cajamarca, Cliclayo, Piura y Paita, Saña, Cajamarquilla, Los Pacllas, Luya y Chillaos, y Jaén de Bracamoros. En 1759 el corregimiento de Huamachuco fue formado del de Cajamarca. [3]

Mapa topográfico del Obispado de Trujillo, fines del siglo XVIII, según una acuarela de la colección del obispo Martínez Compañón [4]

Es por ello que refiriéndose a la provincia de Piura el Cosmógrafo Español Cosme Bueno, cuyo trabajo perteneciente al Obispado de Trujillo apareció en 1766 y que en uno de sus acápites sostiene: [5]
“... Comprende esta Provincia 12 Curatos: El 1 es el de la Ciudad de Piura. Tiene por anexos el asiento de la Punta, el de Morropón y el de Suipirá. El II es el del Pueblo de Catacaos. El III es el del Pueblo de Sechura. El IV es el del Pueblo de Paita, en donde hay una Capilla de Nuestra Señora de la Merced. Tiene dos anexos que son el Pueblo de Colán y el asiento de la Chira. El V es el del Pueblo de Tumbes, con un anexo nombrado Amotape que esta en 4º 52” de latitud. El VI es el del Pueblo de Olmos. El VII es el del Pueblo de Motupe. El VIII es el del Pueblo de Salas con dos anexos que son los Pueblos de Penachí y Cañares.”


Mapa topográfico de la Provincia de PIURA, fines del siglo XVIII, según una acuarela de la colección del obispo Martínez Compañón [4]

Pero, antes de que se formase el obispado de Trujillo, el Corregimiento de Piura perteneció al Obispado de Quito. Según el estudio de - Hugo burgos Guevara en su libro Primeras doctrinas en la real audiencia de Quito, 1570-1640 nos muestra los Limites del Obispado de Quito Señalados por Vaca de Castro. [6]; donde nos dice que uno de sus límites de dicho obispado parte a la sierra del cacique de Penachí que es jurisdicción de la ciudad de San Miguel. Y además se tiene algunos nombres de los clérigos de la doctrina de Salas y Penachí como fue ALONSO DE CARBAJAL, y DIEGO LOPEZ MORALES.
Ademas sabemos, que los corregimientos fueron abolidos gracias al movimiento revolucionario de 1780 por el cacique Cusqueño don José Gabriel Condorcanqui, mas conocidos con el nombre de TUPAC AMARU II.
Pues bien, Los corregimientos fueron suprimidos en 1784, por el rey Carlos III y reemplazados por las intendencias. Y con el territorio del Obispado de Trujillo (excepto Jaén de Bracamoros) se creó la Intendencia de Trujillo. Los corregimientos pasaron a ser partidos de la intendencia.
El sistema de intendencias fue establecido en el Virreinato del Perú mediante la orden real de 5 de agosto de 1783, siendo aplicada la Real Ordenanza de Intendentes del 28 de enero de 1782. El primer intendente de Trujillo fue Fernando de Saavedra, quien asumió en 1784, nombrado por el virrey a propuesta del visitador general Jorge Escobedo y Alarcón y aprobado por el rey el 24 de enero de 1785.

Ahora Penachí  es reconocida como una comunidad campesina, la cual tuvo sus origenes en los antiguos ayllus peruanos. A continuacion se presenta un croquis, en donde se enmarca el territorio comunal como lo es en la epoca republicana,  la honorable y ancestral comunidad de Penachí.
Su espacio geografico se encuentra dentro del distrito de Salas-Provincia de Lambayeque-Region Lambayeque


BIBLIOGRAFIA

[1]   FRAGMENTO DE LA ACTA DE FUNDACION DE LA CIUDAD DE PIURA
[2] DICCIONARIO GEOGRAFICO HISTORICO DE LAS INDIAS OCCIDENTALES O AMERICA, TOMO IV, PAGIAN 241- Antonio de Alcedo – 1788.
[3] [El corregidor de indios en el Perú bajo los Austrias, autor Lohmann Villena]
[6] Hugo burgos Guevara. Primeras doctrinas en la real audiencia de Quito, 1570-1640
[7] Cervantes Virtual

11/11/08

UN PUEBLITO LLAMADO PENACHÍ

Penachí es quizás uno de aquellos pueblos mas antiguos de la sierra lambayecana. Ubicado a una altitud de unos 1800 m.sn.m y enclavado al pie del cerro yanahuanca o volcán de viento como le llaman los penachis, al oeste esta el cerro shusho, al norte el abra del portachuelo que da paso al valle del río ayahuil o la zona de la parcialidad de huaratara como le llamaban los antiguos pobladores de Penachí y, al sur fluye el agua que muy generosamente deja salir de sus entrañas el imponente cerro de yanahuanca y la hace correr por la quebrada que los penachanos le llaman río chico, el cual más abajo se une con el río grande y forma el río de Penachí. Ahí, en ese espacio serrano en donde abunda el misterio de lo desconocido esta el pueblo de Penachí, nadie sabe cuando fue creado y mucho menos quien la fundó. Pero lo que sí es cierto, es que ahí está actualmente, y quien sabe, existe ahí, murmurando en el aire el recuerdo de su pasado.


Según los propios Penachis: Penachí se deriva de dos palabras que evoca el pasado de los rebeldes y aguerridos hombres de la etnia de los Penachíes (1) que habitaron estos parajes e hicieron de este lugar su mundo. Estas palabras son: Pena - aquí, la cual castellanizandola vendría ser el lugar donde penan; es así como los penachis dicen de que Penachí es el lugar donde penan las almas; pero ninguno de ellos te dice por que le pusieron así, y para explicar aquella denominación se inventaron mitos que ellos mismos cuentan; la cual tienen una explicación inclinada al campo religioso. Quizás, esto fue inventado por los mismos sacerdotes católicos con el único fin de cristianizar aún más a los penachis. Este cuento dice que cuando los penachanos a finales del siglo XIX encontraron, a la que es su máxima representación y símbolo de su Fe católica en el cerro de yanahuanca (La Cruz de Yanahuanca, la que fue dejada según la tradición por el Sacerdote llamado El Padre Abat) hicieron una gran festividad por que la gracia del Sr. Dios había derramado su bendición al pueblo de Penachí y a toda la sierra de lambayeque (Distritos de Kañaris, Inkawasi y una parte de Salas). Según cuenta la tradición que los penachanos bajaron a Penachí a la cruz desde la gruta en donde la encontraron, y como sus dimensiones eran grandes, no podía ingresar con su anda por la puerta de la Iglesia de San Mateo de Penachí; es por ello, que el sacerdote de ese entonces llamado el Padre Aguilar ordenó a los penachanos cortar la cruz, y así de esta manera permitir que el santo madero no tenga problemas al momento de ingresar al templo católico de Penachí. Se dice que cuando le cortaron de sus brazos comenzó a fluir sangre, y hubo tanta sangre que la plaza de Penachí se formo grandes charcos de ella. Es por ello que los penachis dicen que su pueblo esta condenado a sufrir y a penar, por que ellos hicieron una afrenta a Dios, y que la sangre que derramó la cruz en suelo de penachí pena por el dolor causado al momento de ser cortada, y quien sabe hasta que momento dejará de Penar...(2)

Vista del Altar de la Iglesia San Mateo de Penachí. Foto: Freddy David Belicoso Rodriguez

Penachí es un pueblo que tiene un pasado que sorprende, asombra y encandila a los que han averiguado algo de ella. Según el antropólogo Pedro Alva Mariñas(3) nos dice de que Penachí ya existía como población antes de la llegada de los españoles; y por lo tanto nos afirma que Penachí es uno de aquellos pueblos antiguos de origen prehispánico.
En cuanto a su Iglesia San Mateo, fue una de aquellas construcciones religiosas mas antiguas de la sierra lambayecana; y según propias narraciones venidas en forma oral a lo largo del tiempo de abuelos a padres, y de padres a hijos de los penachis, dicen de que fue construida en unión de los habitantes de las comunidades de Kañaris, Inkawuasi y Penachí. Ello afianza la idea de que en la Sierra de Lambayeque había una unidad administrativa, cultural y religiosa en un inicio de la época colonial o quien sabe antes de la llegada de los españoles a tierras americanas. Todo esto hace afirmar que Penachí fue el centro administrativo y de poder de estos parajes de la sierra de Lambayeque. Ahora teniendo esto, se podría preguntar ¿sí es que ello fuese así, por que entonces no se encuentra restos arqueológicos de importante consideración en estas zonas?, para responder ello también lanzo otra interrogante ¿será el mismo u otro lugar aledaño donde se ubico Penachí?. La verdad no sabría como responder ello. Pero lo que puedo decir, fue de que durante el Virrey Toledo se formo las reducciones (Pueblos que agrupaban y concentraban para una mejor administración a una determinada población indígena) y una de aquellas reducciones que hubo en la Sierra de Lambayeque fue Penachí.
A inicios de la Colonia se habla de la existencia del Cacique de Penachí, quien controlaba las cabeceras de los valles del río La Leche, Motupe y, Cañariaco; y que los morropanos pagaban tributos de sal, ají y algodón al principal de Penachí, para que éste permitiera que las aguas de los valles que dominaba discurran libremente hacia las pampas costeñas morropanas.


Se sabe también que en la época colonial todavía se hablaba de los caciques que gobernaban la sierra lambayecana, y esto se puede constatar en los archivos de las comunidades campesinas que se ubican en estos lugares accidentados de la sierra. En un principio se habla de un cacique que gobernaba la geografía accidentada de la sierra lambayecana; después se habla de otros caciques, esto como producto de los herederos de las tierras de este cacique principal. En la actualidad la sierra lambayecana ha quedado dividida en comunidades campesinas, unas más antiguas que otras y por ende herederas del pasado de sus ancestros los caciques, entre ellas tenemos: Comunidad San Juan Bautista de Kañaris, San Francisco de Asís de Salas y, San Mateo de Penachí. Las otras comunidades resultaron como origen de las haciendas, es decir, de las tierras que fueron quitadas y arrebatadas a los jefes principales de estas tres antiguas comunidades; ente ellas tenemos como ejemplo la Comunidad Campesina Tupac Amaru II de Chiñama(que fue parte de Kañaris). En cuanto a la misma Inkawuasi, ella no fue hacienda, ya que fue protegida por la cofradía religiosa de Trujillo; mientras tanto sus alrededores fueron tomadas por hacendados y, después fueron convertidas en comunidades durante el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado en la Época Republicana del Perú.
Ahora hablar de Penachí, no es solo hablar del pueblo propiamente dicho; sino también es referirse a la ancestral y honorable Comunidad Campesina San Mateo de Penachí, a esa comunidad con más de sus 25000 Has, con sus 5 centros poblados y, con sus numeros caseríos. Hablar de penachí tambíen es referirse a su gente, a sus costumbres, sus mitos, sus creencias, sus aciertos y sus problemas. Y por último, referirse a Penachí, es referirse a la sierra lambayecana; por que penachí no solo es un pueblito, sino es un pueblo con historia

 

(1) La Etnia de los Penachíes en Lambayeque. Autor: Julio Cesar Sevilla .
(2)Version muy difundida en la Población de Penachi.
(3)Curacazgo Andino de Lambayeque. Autor: Pedro Alva Mariñas.